Análisis encuesta de cultura de liderazgo público en Colombia

Conclusiones de la Encuesta de Cultura de Liderazgo Público 2016

 

 

Introducción

Este documento presenta las conclusiones de la primera Encuesta de Cultura de Liderazgo Público (ECLP), hecha por el El Centro de Liderazgo Público (CLP) de la Escuela de Gobierno de la Universidad de los Andes. EL CLP se fundó el 4 de septiembre de 2014 como un espacio para la creación de conocimiento y capacidad en liderazgo público. EL proyecto de la ECLP, que inició en el 2015, se llevo a cabo como parte de la misión del Centro.

La cultura de liderazgo está compuesta por las creencias y los comportamientos que muestra una sociedad cuando toma decisiones colectivas y ejerce autoridad. Estas creencias y comportamientos afectan la capacidad que tiene la sociedad de resolver los problemas que enfrenta y de aprovechar las oportunidades que se le presentan. Debido a esto, entender la cultura de liderazgo de Colombia es importante para saber con qué recursos contamos para avanzar en los desafíos complejos, como la paz, la movilidad en las ciudades, la seguridad, la pobreza, la desigualdad, etc.

 

Metodología de la Encuesta CLP

La motivación para hacer la ECLP vino de darnos cuenta de que, pese a que hay muchos estudios sobre las opiniones de los colombianos, ninguno de ellos recoge las creencias y comportamientos relacionados con liderazgo. Adicionalmente, al revisar experiencias internacionales, encontramos que hay muy pocos ejemplos de encuestas de cultura de liderazgo en el mundo. Por lo tanto llevamos a cabo un ejercicio propio, apoyados en dos ejemplos internacionales[1], en la definición de tres culturas de liderazgo descritas por Drath et al (2008), en la definición de problemas mansos, urgentes y maléficos de Grint, K. (2008) y en la asesoría de una firma encuestadora[2].

La ECLP es representativa para Colombia y se hizo en Octubre de 2015 en las ciudades de Bogotá, Medellín, y Barranquilla. Incluye 1,101 encuestas cara a cara a personas mayores de 18 años; tiene un margen de error de 3%; y un nivel de confianza de 95%. El cuestionario de la ECLP tiene cuatro secciones[3]. La primera recoge las características sociodemográficas de los encuestados. La segunda, captura cuáles son los problemas públicos que más les preocupan a los encuestados, quién debería resolverlos y de qué manera. Las preguntas de la tercera sección, indagan qué entienden los encuestados por liderazgo y ayudan a clasificarlos en las tres culturas de liderazgo que se usaron para diseñar el cuestionario[4].  La última sección, pide a los encuestados una evaluación del liderazgo que ven o no en la actualidad en los ámbitos públicos y privados.

Se realizaron dos ejercicios adicionales  con el cuestionario de la ECLP, uno con estudiantes y profesores de la Universidad de los Andes en enero de 2016[5]. Otro, en febrero de 2016, con algunos personajes que pertenecen a la cúpula de varios sectores importantes del país, como son la iglesia, el gobierno, la academia, los medios de comunicación, las fundaciones, los empresarios, la oposición política, y la fuerza pública. Estos ejercicios no son representativos, se hicieron con para tener información que nos permita mejorar futuras ediciones de la ECLP.

Para entender mejor los resultados de la ECLP[6],  el 14 de marzo de 2016 se realizó una mesa de trabajo y reflexión con expertos. La mesa fue moderada por Carlos Caballero Argáez, Director de la Escuela de Gobierno Alberto Lleras Camargo y por Maite Careaga, profesora de la Escuela de Gobierno y directora del CLP. Contó con la participación de Álvaro Forero, director de la Fundación Liderazgo y democracia;  las senadoras Claudia López (Partido Verde) y Paloma Valencia (Centro Democrático); Mauricio Rodríguez, fundador y ex director de Portafolio, profesor de cátedra de Liderazgo en la Universidad de los Andes; Antanas Mockus, ex Alcalde de Bogotá; y Pedro Nel Ospina, Profesor de la Escuela de Gobierno Alberto Lleras Camargo.

Los objetivos de la Mesa de trabajo fueron: a) acercarnos a comprender la cultura de liderazgo público en Colombia; b) entender mejor de qué manera esa cultura puede ser un obstáculo y de qué manera puede ser una oportunidad para avanzar en los desafíos complejos que enfrentamos como país; y c) proponer algunas hipótesis para explicar la evaluación que hacen los colombianos del liderazgo que ven y el que no ven pero quisieran ver en el país.  La discusión giró alrededor de las siguientes preguntas ¿Qué les llama la atención de la encuesta y los resultados? ¿Qué les sorprende y qué no? ¿Cuál es la cultura de liderazgo que sería deseable tener en Colombia y por qué?¿Cuál es la cultura que hay?¿Qué efectos tiene la cultura que hay en términos de poder progresar en los desafíos más complejos que enfrentamos?¿Qué sugerencias tienen para mejorar futuras ediciones de la ECLP?

A continuación se presenta una nube con las 100 palabras más frecuentemente mencionadas en la transcripción de lo conversado en la mesa de trabajo. La siguiente sección resume las 10 conclusiones más importantes sobre la Cultura de Liderazgo Público en Colombia. Si quiere ahondar en los resultados de la ECLP refiérase al anexo 2; el cual presenta los resultados completos.

 

Las 100 palabras más frecuentemente mencionadas en la mesa de trabajo sobre la ECLP:

Fuente: Elaboración propia con base en la mesa redonda sobre la ECLP-2015.

 

Las 10 conclusiones más importantes sobre la Cultura de Liderazgo Público en Colombia

 

 1.Primera. Problemática: No hay consenso entre los colombianos sobre cuáles son los principales problemas públicos que nos aquejan,

 

 Algunas opiniones expresadas por los expertos en la mesa de trabajo:

“A mi me impacta, primero que todo, que los problemas que ven los unos no son los mismos que ven los otros. Sobre todo en la discusión sobre si liderazgo autoritario, participativo o integrador; si lo que ven como problemas son distintos ahí no hay chance de hacer prácticamente nada.” 

“Imagínense que los dirigentes ven unos problemas y la gente ve otros, no hay el consenso mínimo para dirigir. Entonces una de dos, o el dirigente logra convencer a la gente de que el problema es ese, o que el dirigente siga los problemas de su gente.”

“Hay una cosa muy interesante… a Colombia le gustan los liderazgos carismáticos, y es el líder carismático el que pone el problema en el discurso. El líder carismático es el que finalmente transmite y pone de moda el problema, y por eso la gente empieza a pensar en que ese es el problema que realmente nos aqueja.”

 

2. Segunda. Problemática: En Colombia “Se delega para arriba la solución de los problemas” o dicho de otra manera,  “hay una cultura de liderazgo "hijista"

Algunas opiniones expresadas por expertos en la mesa redonda:

 “A mí lo que más me llama la atención está en esta frase del documento que ustedes nos enviaron, y que se evidencia en las estadísticas: en ninguno de los problemas propuestos la respuesta más frecuente fue que son los propios encuestados los responsables de resolverlo. El liderazgo sigue siendo en Colombia un tema de una élite, como se dice coloquialmente se delega para arriba, la gente le “enchuta” los problemas a los señores, los señores que están arriba, llámense Congreso, Oposición, Gobierno Nacional, y dice “eso no es problema mío, esos líderes son malos, hay un problema de liderazgo y no me siento bien liderado, y el problema es de ellos”.

“Creo que ese es el meollo de los problemas nacionales, actuales, de hace unos años y de los próximos años. Hasta que no logremos que la gente entienda que el liderazgo no es un derecho o un deber de una élite, sino que es una posibilidad y una obligación personal, y que todos y cada uno de nosotros puede y debe ejercer su liderazgo en mayor o menor grado de acuerdo a su área de influencia, pero todos somos líderes y todos somos corresponsables. Tenemos que movernos de ese liderazgo mesiánico, dependiente y autoritario tradicional, a un liderazgo interdependiente. Ni siquiera al dependiente de los expertos. Esa es una fase intermedia que en algunos casos si se ha avanzado en Colombia, pero en general, estamos muy atrasados.”

“En Colombia estamos todavía en el siglo XX en muchas cosas, y en algunas en el siglo XIX. Pero creo que esa idea que tiene el público en general de que los líderes son una clase predestinada por la Divina Providencia para guiarnos a los demás y resolver nuestros problemas es un problema cultural, para adentrarme en terrenos del profesor Mockus, gravísimo. Tenemos que trabajar en una pedagogía del liderazgo, en la que cada uno asuma su responsabilidad en la solución de los problemas colectivos.”           

“Verifiqué y en el Diccionario de la Real Academia, es una palabra reciente líder. En el mundo hispanohablante es un concepto muy reciente.  Recuerdo mucho cuando a mí me ponían a hablar de liderazgo, en cierto momento tuve la tentación de decir, no liderar sino lidiar. Es una falsa etimología, pero digamos que corresponde un poco a la percepción popular de que el líder es el que maneja las urgencias. Toda la expresión que uno le oye a la gente de que el gobierno en Colombia parece una estación de bomberos y que solo apagan incendios; el dirigente que se nota repulsiva, capaz de sortear dificultades.

 “El hecho de que pareciera que la oposición política no tuviera liderazgo, también me hizo preguntarme qué es lo que estamos entendiendo nosotros por liderazgo. Ahí hay una cosa que también podría ser interesante, aunque no lo deja ver la encuesta, pero de varias preguntas pensé que hay un sentimiento de que el líder soluciona, que hace. Y la oposición política en ese caso no hace nada porque a parte de habla “chachara” no sirve para nada”

“También pensé en que se dice que en Colombia gusta un líder paternalista, pero lo que la encuesta muestra es que lo que hay es un pueblo “hijista”. A la gente lo que le gusta es que le hagan la cosa, a la gente le gusta que la traten como hijo. En Colombia el liderazgo esta relacionado con que alguien le resuelva las cosas y ojalá uno no tenga que meterse mucho en eso.”

“Ahí hay un tema que me llama la atención y es la idea de que los colombianos no terminamos de aceptarnos como somos. Siempre hay la idea de que ese liderazgo es algo que tiene que hacer otro; le tratan de imponer a la gente otro tipo de liderazgo que termina por no cuadrarle a la gente, porque lo que la gente quiere es que alguien solucione.”.

“Para ninguno de los problemas la gente ve que ellos podrán hacer parte de la solución”

“En Colombia se necesita a los políticos para que los problemas que ya tienen solución se solucionen”.

“. Esta es una sociedad brutalmente inmóvil. La gente si depende de élites, no es que la gente no tenga cultura o no entienda su poder, es que la mitad de la gente en Colombia no depende de su mérito, sino de la cuna. De dónde nace, cuál es el origen étnico de sus papás y del nivel educativo de sus papás. No  es un problema del chip en el cerebro de que no se dan cuenta, es que realmente están predeterminados de una manera brutal y la movilidad es muy poca. Eso es mi opinión está directamente atado a lo que dice la encuesta”.

“No me sorprende en esta encuesta lo que uno ve en muchas otras, es que somos una sociedad brutalmente atada a la autoridad y a la jerarquía. A quienes se rankea en las encuesta de opinión o de favorabilidad, es a  los que tienen autoridad y jerarquía. El presidente, la iglesia, las fuerzas armadas. A mi me provoca como morirme cada vez que esos mismo cuatro salen arriba, estamos condenados mientras esos cuatro salgan arriba. Si hay jerarquía quiere decir que no todos tenemos el mismo nivel de influencia, ni el mismo rol. Son cosas que van atadas: la inmovilidad de la sociedad, el atavismo a referentes de figuras de autoridad y jerarquía y el tipo de liderazgo que pedimos. Obviamente, no somos iguales, hay una elite que es jerarquía pues uno espera que esos le resuelvan más los problemas que puede hacer uno. Inmovilidad quiere decir que no tengo capacidad para hacer cambios, pues cómo un ciudadano corriente va a cambiar su vida, menos la de los demás”.

“¿Qué me sorprendió y que no?, pues que seguimos en el mismo circulo de la inmovilidad, de la jerarquía y la autoridad, y el creer que las soluciones no dependen de nosotros. Eso es un común denominador, no importa cómo lo pregunten, es una desgracia”.

“A los colombianos les gusta es un líder que hace. Cuando le preguntan “¿Se siente bien liderado?” los que contestan que si, que son poquitos, dicen que es porque le solucionan los problemas. A la gente le gusta el líder que hace, que es capaz de hacer cosas”.

“Me llamaba la atención el tema del modelo heroico. Evidentemente uno ve que a la gente le gusta ese tipo de líder. En general en Colombia, diría que las elecciones se ganan en contra de un personaje carismático. Pero las características carismáticas son definitivas, es decir, en todas las elecciones hay un personaje carismático y las cosas salen o favor de ese candidato o en contra de él”.

“Somos capaces de convivir muy fácil sin sanciones, habiendo hecho cosas, porque estamos esperando que llegue siempre una autoridad que llegue y sancione. Hay otras culturas donde efectivamente la comunidad hace la función de restricción. Buena parte, esa es la única forma de poder explicar la locura donde vivimos; nos encantan las leyes y podemos vivir diciendo que estamos dentro de ellas, pero sin aplicarlas. Eso es lo que hace efectiva la contradicción, en términos de querer ser líderes, pero ¿somos capaces de construir un liderazgo diferente?”

“Un líder es alguien que convoca a una sociedad que está activa. Lo que tenemos es una sociedad inactiva”.

 

3. Tercera. Problemática: El consenso no se ve como algo muy valioso, no es muy popular 

Algunas opiniones expresadas por expertos en la mesa de trabajo:

“Me impresionó mucho la baja popularidad de consenso. Lo mínimo, mínimo que debería tener un líder es consenso sobre cuál es el problema y cuáles son las jugadas aceptadas”.

 

 

 

4.Cuarta. Problemática: La Lejanía de lo local, o dicho de otra forma enorme preocupación por lo nacional y enorme desprecio por lo local

Algunas opiniones de los expertos en la mesa de trabajo:

 “Primero la lejanía de lo local... cuando por ejemplo se les pregunta ¿usted qué tanto liderazgo ejerce en su localidad, su barrio o en su ciudad?  Es inversamente proporcional. tienen más liderazgo en la ciudad, muy poco en el barrio y nada en la localidad. Es decir, es una cosa que habla mucho de Colombia y es que nosotros tenemos una enorme preocupación por lo nacional y enorme desprecio por lo local”.

 “A la gente no le importa lo local, y los problemas en general, están referidos siempre a problemas nacionales y creo que ahí hay una parte que explica que los problemas sean diferentes. Hay una tendencia, no a la identificación del problema que a mi me afecta, sino el problema del discurso nacional, y ese problema se traslada a los objetivos individuales. Ahí hay una cosa que valdría la pena explorar muchísimo más”

“Es eso que tiene que ver con lo que decía Claudia sobre una sociedad fragmentada. Uno esperaría que en una sociedad donde la red social está bien conformada, uno tuviera un resto de incidencia, o por lo menos mucha conexión con lo local, y eso no está. Creo que eso se refiere a que la gente en general, lo local lo tiene sin cuidado y lo nacional es lo que le preocupa, por eso hay ese seguimiento tan grande a políticos, que sería interesante si fueran políticos locales y no solo nacionales. Veo que ahí hay algo.”

 

5. Quinta. Esperanzadora:  La gente ve y quiere ver liderazgo en el CONGRESO

“A mí me sorprende porque a cada pueblo que uno llega la gente dice “pero senadora nos va a ayudar con el problema del agua, del transporte” y uno tiene que decir que no lo puede ayudar y decirle que si quiere hacemos un derecho de petición, pero no. Siento que eso le genera una enorme frustración a la gente”.

“Además, me sorprendió que la gente espera mucho del Congreso, la gente ve líderes en el Congreso. Pero el Congreso es un ente abstracto y valdría la pena empezar a preguntar dentro del Congreso en quiénes es que ve eso. La gente espera del Congreso”.

 “Los colombianos no saben muy bien qué es el Congreso o para qué sirve, porque como está montado en ser el tramitador del presupuesto, que no se hace por encima sino por debajo de la mesa, a través de las negociaciones en los ministerios, lo que uno termina viendo es que el Congreso, tiene y no tiene liderazgo, porque no tiene claro qué hace”.

 “Lo cierto es que, aún cuando entienden que uno solo puede influir en qué se debate y qué se hace y que no, que se discute, eso le parece importante y útil. No le parece que son los que hablan paja y ya. Eso tiene un efecto, porque yo hubiera esperado que la gente no espera nada de este Congreso. Es en lo primero o segundo en lo que ven liderazgo, incluso por encima del presidente, de los alcaldes, de la iglesia, lo cual es un mínimo gramo de esperanza para la secularización. No solo es qué ven, sino qué esperan”.

“Es interesante el tema de la experticia. Me llamó la atención que el organismo que la gente considera más experto es el Congreso. Es donde la gente más expertos ven. Eso me parece rarísimo. Es el más alto (pág. 16). Uno mira Presidencia de la República, autoritario, Policía, autoritario, Alcaldía, parejo todo, Oposición Política, grupo de expertos, Congreso de la República, grupo de expertos.”

 

 

 

 

6. Esperanzador: los atributos de liderazgo de las fundaciones, empresas y sociedad civil

 

“Me sorprendió gratamente, que es un cosa que habría que explorar, que los atributos de liderazgo menos heroicos, menos jerárquicos, los tienen las fundaciones y ONGs. La gente los ve ahí, los reconoce. Es el que “ranquea” más alto en liderazgo participativo, que no es un liderazgo basado en manipulación. Eso es una luz de esperanza. En la Sociedad Civil, en fundaciones, esos que no están en el poder político electo, ni electoral, ni económico, sino el poder de agruparse, de ser ciudadanos que se agrupan para causas; la gente ve los atributos de liderazgo que uno quisiera cultivar en eso, eso es una luz de esperanza, es un camino por el cual coger”.

“En esa gráfica hay que mirar quiénes tienen más niveles participativos. La Sociedad Civil y los medios de comunicación”.

“Los medios de comunicación y la Iglesia. Las Fundaciones, por encima son totalmente expertos. Esto es muy interesante, porque yo me pregunté ¿Qué entenderá la gente por experto?”

“Porque la Oposición Política, el Congreso de la República, los gremios y las Fundaciones son dominadas por expertos. Eso me pareció rarísimo y me hizo pensar qué será lo qué se entiende por grupo de expertos”.

“En ocasiones se le llama “experto” a aquellas personas a las que no se le entiende, pero confía en ellas. A mi me han declarado experto (risas).”

7. Séptima. Esperanzador: La gente piensa que los líderes se hacen, lo cual quiere decir que hay una oportunidad para educar en liderazgo en la familia, en el colegio, en las organizaciones, desde el gobierno…

 

“Viendo lo positivo de la encuesta creo que es una oportunidad que el 72% de encuestados piensa que los líderes se hacen, no nacen. Me sorprendió positivamente ese pensamiento que la gente tiene. Hubiera pensado que la gente mayoritariamente pensara lo contrario. Ahí hay una oportunidad y la pregunta acá es ¿cómo?, ¿cuándo?, ¿quién?”

“Hay varias cosas interesantes. Por supuesto la educación sería la respuesta, el camino, la solución. No solamente universitaria o técnica, sino la educación familiar. Según una investigación que yo hice hace siete años sobre liderazgo, aunque muy de sector empresarial, 280-300 empresarios consultados; un hallazgo fascinante y bastante obvio es que el 92% de los encuestados decían que sus características, atributos de liderazgo los habían aprendido en el hogar. De sus padres, de sus hermanos, de sus tíos y sus abuelos. Los primeros y más importantes maestros de liderazgo son los padres de familia. Es algo muy interesante, y lo he podido evidenciar en un programa radial diario que yo tengo que se llama Líderes y lo que hacemos es inculcar todos estos conceptos de los que estamos hablando y de que uno si puede y debe; que se aprende liderazgo a través del ejemplo, y en casi 300 entrevistas que llevó en año y medio con el programa la constante se repite, siempre la respuesta es que se involucró con un tema por un familiar, por el ejemplo de alguien. “Leadership by example”, no hay nada más convincente. Alguien decía que educar con el ejemplo no es la mejor manera de educar, es la única. Eso es realmente importante, por eso yo creo que hay una oportunidad. Lo contrario también se aprende en la casa.”

“Para resumir, hay una oportunidad de colonizar un espacio para hacer educación de liderazgo, una pedagogía de la cultura de liderazgo a todos los niveles en donde colegios, universidades y medios de comunicación, que tienen un papel fundamental en promover los valores de liderazgo, en hablar de liderazgo y mostrar ejemplos, etcétera.

Que la gente entienda que realmente si puede y que se le de unas habilidades. No solamente conocimiento sino habilidades, estamos hablando de otra discusión académica de cómo debe ser la mezcla entre habilidades y conocimiento, y yo soy un convencido de que los soft skills que llaman son más bien los hard skills, que son realmente cruciales. Analizo a los líderes, y es un tema que hecho durante toda mi vida, y no es su coeficiente intelectual, ni sus títulos, son una serie de actitudes y de características de liderazgo que se pueden aprender, que se deben aprender con talleres prácticos y que complementan, más no sustituyen una sólida formación conceptual y tradicional en conocimientos, etcétera. Si a las aptitudes, no se le suman las actitudes, pues no vamos a tener líderes. Veo fracasar muchos líderes que tienen conocimientos pero que no tienen esas aptitudes y viceversa”.

“De acuerdo con la encuesta, la gente siente que hay más liderazgo en las familias. Es el primer espacio que se ejerce como líder y después se va alejando.”

 

8. Octava: Esperanzadora: A la gente no le gusta el liderazgo que ve en Colombia y quiere un liderazgo mas participativo

“A mi lo que me parece interesante es que la gente dice que no le gusta el liderazgo que ve en Colombia (75%), tiende a pensar que es un liderazgo más autoritario. Pero cuando se les pregunta ¿Cuál es el ideal? No coincide con eso, porque buscan un liderazgo más colaborativo. Es importante porque es una esperanza, que lo que ve hoy no le gusta, y quisiera que fuera un liderazgo más colaborativo. Independientemente de que a la hora de votar, no lo sabemos. Pero si hay una consciencia de que es mejor lo colaborativo, no es una sociedad enceguecida en el autoritarismo. De hecho reconocen que tenemos una cultura más autoritaria, pero no les gusta. El “no me gusta” está claro por todo lado. Si hay cierta autocrítica y eso es muy importante en términos de esperanza. La gente lo que quiere es cambiar eso, si la gente quisiera más de eso sería una noticia terrible. Es un poco lo que Corpovisionarios ve: hay unos cambios de cultura, lentos, distintos, pero hay unos cambios de cultura y por lo menos hay un concepto del ser y del deber ser a nivel de liderazgo que es complicado pero es importante”.

“El 52% considera que un líder debe generar compromiso colectivo”.

“Hay puede haber el problema de la asimetría. El liderazgo colectivo, colaborativo para mí. Si alguien quiere liderar para mí yo lo sigo porque es colaborativo; si voy a liderar yo pues me meto con el modelo autoritario. La máxima asimetría que hemos encontrado sobre nuestro estudio, que se me hizo violenta, es que uno le pregunta a la gente “¿A usted la televisión violenta lo vuelve violento?”. Solo el 10% de la gente dice que si, y el 90% dice que no. Luego le preguntamos “¿Usted cree que a los demás ver televisión violenta los vuelve violentos?” y el 90% dice que si. Es decir, a los demás los vuelve violentos, pero a mí no”.

 

 

 9. Novena. Interesante: La gente siente más confianza en el liderazgo de temas menos polarizados, menos en el caso de corrupción

“¿En el liderazgo de cuál tema confía más?”. Me llamó la atención porque eso choca con la idea de que hay mucho liderazgo en temas como de conflicto armado, pero cuando hay polarización la gente le va a la confianza. Los temas que terminan siendo en los que la gente confía es en aquellos en los que todo el mundo está de acuerdo. Eso es una cosa interesante, porque en la medida en que va bajando es porque la polarización frente a los temas aumenta y reduce la confianza sustantivamente. Excepción hecha del tema de corrupción, que me parece que es la gran pregunta que circula en esta encuesta. Porque en el tema de corrupción nadie confía, pero lo que es más grave es que pareciera que a nadie le importa. Veía yo, por ejemplo, corrupción que está de último pero ahí no se presenta el tema de polarización, por eso digo que es excepcional dentro de esta lista. Cuanto menos polarización hay sobre los temas genera más confianza, con la excepción de la corrupción. Cuando uno hace el seguimiento de corrupción en las otras, encuentra cosas rarísimas. “Qué tanto liderazgo quisiera ver?” 90%, es menor que todo lo demás. Es decir, quieren ver más liderazgo en todo lo demás que en corrupción. Por ejemplo ven muy poco liderazgo en corrupción, peor tampoco están esperando que haya mucho más”.

“Un tema muy importante e interesante porque la gente reconoce liderazgo en temas donde hay consenso y no hay tanta polarización aparentemente ¿Por qué creen ustedes que hay liderazgo en educación? La gente cree que es altísimo)”.

“La educación es un tema que no genera confrontación, la gente confía en ese liderazgo. En el tema de corrupción la gente no ve mucho liderazgo, pero no les interesa tampoco ver. Es alto el 90%, pero es el menor de todos. Eso me pareció que es un tema que valdría la pena indagar.”

    

 

 

 

10.  Décima. Interesante: La única diferencia sociodemográfica que afecta la opinión sobre cultura de liderazgo es la ciudad en la que vives (Barranquilla):

  

 

 

 

 

 

 



[1] El Índice de Liderazgo Nacional creado por el Centro para el Liderazgo Público en la Escuela Kennedy de Harvard y el Índice Global de Liderazgo desarrollado por  el Foro Económico Mundial; http://reports.weforum.org/outlook-global-agenda-2015/global-leadership-and-governance/global-leadership-index.  Drath, W., McCauley, C., Palus, C., Velsor, E., O'Connor, P., & McGuire, J. (2008). Direction, alignment, commitment: Toward a more integrative ontology of leadership. The Leadership Quarterly(19), 635–653. Grint, K. (2008). Wicked Problems and Clumsy Solutions: the Role of Leadership. Clinical Leader, I(II), 1-16.
[2] Cifras y Conceptos.
[3] En el diseño del cuestionario colaboraron el Centro de Liderazgo Público y la Fundación Liderazgo y Democracia. Específicamente participaron  Álvaro Forero, y Lina Sierra de la FLYD, y Maite Careaga, Carmen Gutiérrez y Paola Caro del CLP. Se recibió la asesoría de César Caballero director de Cifras y Conceptos. Para pilotear el cuestionario e llevaron a cabo dos grupo focales, uno con ciudadanos y otro con estudiantes de la universidad de los Andes.
[4] Cultura dependiente (el modelo más clásico de liderazgo donde una figura con autoridad toma decisiones por los demás y tiene habilidades suaves para que los demás lo sigan); Cultura independiente (donde autoridades y tecnócratas negocian y toman decisiones y convencen al resto de la colectividad de seguirlas); Cultura interdependiente (donde autoridades, tecnócratas y ciudadanos hacen parte de la toma de decisiones, se articulan, definen una dirección y asumen compromisos para la acción) (Drath et al., 2008).
[5] La encuesta de la Universidad de los Andes se difundió a 18,754 estudiantes y 1,517 profesores por correo electrónico. Contestaron 581 estudiantes (4%) y 124 profesores (8%). Para la encuesta a directivos de sectores se contactaron a 17 y se entrevistó personalmente a las 7 personas que contestaron tener disponibilidad (41%). Los ejercicios se realizaron en las siguientes fechas: ECLP-UNIANDES 26 de febrero de 2016 (estudiantes) y 29 de febrero de 2016 (profesores); y ECLP-sectores: entre el 12 y el 26 de febrero de 2016.
[6] El primer análisis de los resultados y el informe para la mesa de trabajo lo realizó el equipo CLP.

Aliados

  • Fundación Ford

     

  •  

  • Fundacion Corona
  • Universidad de los Andes
  • Revista Semana